Las personas pueden aprender en cualquier momento de sus vidas, dicen los expertos en el tema, aunque la creencia popular es que aprendemos mejor de niños. Quizás a los adultos les tome un poco más, pero si están dispuestos a dedicarle tiempo, pueden aprender muchas habilidades que a menudo asumimos deben aprenderse antes de llegar la edad adulta.
¿Alguna vez has deseado recordar el inglés que aprendiste en el colegio?¿O admirado un salón de clases de adolescentes programando?
Jennifer Raymond, profesora de neurobiología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, dice que la plasticidad cerebral se encuentra en su punto más alto hasta alrededor de los 20 años. Con la edad, empezamos a equilibrar la habilidad de adquirir nuevos conocimientos con la habilidad de almacenar lo que hemos aprendido.
A diferencia de los niños, nosotros como adultos pensamos más a fondo el aprender una nueva habilidad sin siquiera intentarlo la mayoría de las veces. Aunque como adultos podemos comprender mejor todo lo que implica una tarea y somos capaces de pensar con profundidad sobre lo que estamos haciendo mal, podríamos asumir esta afirmación cierto.
Los atletas y artistas élite se relajan, vacían su mente y entran en el ritmo. Los adultos que están aprendiendo una nueva actividad pueden hacer lo mismo. Encontrar tiempo es un reto sin embargo para la mayoría, el obstáculo psicológico más difícil es aprender a superar el miedo de vernos como tontos.
De ahí en gran medida el reto de las organizaciones y de los empresarios del postergar el cambio y del rompimiento de los paradigmas, tal vez por el temor de que las habilidades de aprendizaje ya mermen a un punto de verse con la amarga sensación de que ya como dice el dicho mexicano “perro viejo no aprende truco nuevo”
Saludos
Daniel
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