EL EMPRENDEDOR SALE DEL GARAGE, CHOCA EN EL TRAFICO…. Y FRACASA

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El gran problema no es lograr lanzar algo nuevo, sino quedarse atascado una vez que lo haga. Siembra una iniciativa en su empresa pero no puede difundirla a toda la compañía. Crea un producto en su cocina pero le cuesta encontrar clientes. Lanza un emprendimiento social pero no sabe cómo sostenerlo. Apenas abandona el garaje, choca contra el tráfico que viene en dirección opuesta.

¿Cuál es la mejor forma de desenredarse? Mírate al espejo y evalúa tus virtudes y debilidades. Al trabajar con  emprendedores he hallado que con frecuencia pertenecen a una de estas cuatro categorías. La clave es conocerse a sí mismo.

Cohetes espaciales

Inventores brillantes que aspiran a hacer que sus emprendimientos sean más baratos, rápidos y eficientes, los cohetes espaciales tienen éxito usando la analítica pero suelen tropezar al no ser creativos. Jeff Bezos es el mejor ejemplo de un cohete espacial. Cuando estaba considerando abandonar Wall Street por la web, creó lo que llamó un “marco de minimización del arrepentimiento” para reducir las probabilidades de que le surgieran dudas. En Amazon, ha alabado los datos y la eficiencia, y los departamentos llevan a cabo “reuniones de métricas” cada semana. Otros ejemplares de este temperamento incluyen a Bill Gates, Michael Dell y Michael Bloomberg. Los cohetes espaciales tienen mentes formidables, pero a veces su enfoque estrecho da jaquecas a otros.

Los cohetes espaciales en ocasiones necesitan mirar más allá de las cifras. Los comentarios cualitativos pueden parecer anecdóticos, pero revelan conocimientos que los datos pueden pasar por alto. Pese a que las emociones podrían no ser cuantificables, importan. Si no te sientes cómodo pensando de forma diferente, rodéate de personas que no tengan problemas en hacerlo.

Transformadores

Los transformadores son catalizadores de cambios sociales y culturales, como Howard Schultz o Anita Roddick. Normalmente operan en sectores anticuados, pero aspiran a modernizarlos. Realizar cambios es admirable, pero ¿puede durar?

En 1984, Roxanne Quimby, una madre soltera que hacía dedo en el estado de Maine, fue llevada en su auto por Burt Shavitz, un apicultor local. Los dos se enamoraron y Quimby empezó a vender protector labial. Pronto, Burt’s Bees estaba generando US$3 millones al año; luego fue vendida a Clorox por US$925 millones. Pese a que Quimby y Shavitz estaban revolucionando una industria monótona, su relación fracasó. Quimby fue criticada por quedarse con la mayor parte del dinero, y los clientes leales se quejaron de una adquisición empresarial de un negocio ecológico. Los transformadores pueden ser progresistas, pero sus innovaciones a menudo se desvanecen.

Los transformadores necesitan considerar las siguientes medidas preventivas. En primer lugar, haz que su estrategia sea tan convincente como tu misión. La innovación no es suficiente, sino que también necesita una fuerte implementación para alcanzar tus ideales. Y segundo, presta atención a los hechos. Los transformadores que se enfocan en metas sociales a menudo desestiman datos molestos. No puede cambiar el mundo si sus números no cuadran.

Estrellas

Pioneros dinámicos con grandes personalidades, las estrellas saben de manera instintiva lo que viene. Cuando las estrellas crecen, pueden proyectarse a nivel mundial. No obstante, suelen ser volubles y actuar solos. Piensa en Richard Branson, Estée Lauder, Martha Stewart y Jay Z.

Lance Armstrong es un gran ejemplo. Forjó la Fundación Lance Armstrong, con sus características pulseras amarillas, hasta convertirla en una de las entidades sin fines de lucro más reconocidas del mundo. Sin embargo, cuando surgieron las acusaciones de dopaje, las donaciones se desplomaron. Si vives como una estrella, morirás como una estrella.

Para evitar esa situación comprometida, las estrellas deben asegurarse de que su organización cumpla la promesa de su personalidad. Designa a alguien para que se encargue de las cosas “aburridas” como las operaciones y el servicio al cliente. Además, ten cuidado de la adulación. Busca a personas que complementen tus fortalezas, no sólo a los que lo halaguen.

Diamantes

Los diamantes son evangelistas carismáticos que buscan revolucionar la vida de las personas. Cuando tienen éxito, cambian las reglas del juego. Pero su fracaso puede ser desordenado y dramático. Los diamantes son brillantes, pero suelen ser egocéntricos.

Mark Zuckerberg y Ted Turner entran en esta categoría, pero el diamante por excelencia fue Steve Jobs. En cada etapa de su carrera, Jobs modificó la realidad para que encajara en su visión. No obstante, esa convicción a menudo lo llevaba a rechazar a otros y no estar dispuesto a compartir el protagonismo. Un diamante casi nunca es el mejor amigo de un empleado.

El diamante necesita escuchar para aprender. Uno puede tener visión, pero necesita el aporte de otros. Si no puede aceptar críticas, no descubrirá problemas. Y no olvide compartir su éxito. Formar un equipo no es suficiente; distribuya los méritos y los logros

Si logras visualizar donde estas estoy seguro que habra un movimiento positivo en tu evolucion como emprendedor. Nada se puede estancar todo esta en constante cambio pero los emprendedores somos irreverentes , soberbios y TERCOS.

Saludos.

Daniel                                                                                                                                                                                                                                explora/conecta/transforma

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